sábado, 1 de noviembre de 2014

El Sueño de Angelito

 
   Es noviembre, aún es primavera en el hemisferio sur, es de mañana, los pajarillos cantan muy alegremente; a pesar de ello, el niño Angelito que vive en el segundo piso de la casa de la esquina del barrio, no se levanta todavía. Angelito es un niño muy listo e inteligente para su edad, además muy creyente en Dios. Este día algo ocurre con él, ya es tarde, su Mamá Juanita se impacienta y con voz fuerte grita: 
¡Angelito, levántate, ve a comprar el pan!

   En eso Angelito se despierta de su sueño profundo por el llamado de su madre, que por cierto podía levantar a cualquier muerto. ¡Chispas y rayos ya ha amanecido! – Angelito se decía asimismo y continuaba diciendo– ¡Que extraño sueño tuve hoy día!
Mientras Angelito salía a comprar el pan, caminaba por la calle recordando el sueño que le inquietaba:
“Un platillo volador bajaba del cielo y de aquella nave espacial salió un ser de color verde con un ojo de color gris y el otro de color guinda, el extraño ser comenzaba hablarle en un lenguaje no entendible, el cual emitía los siguientes sonidos: ziiip, zapp, tatata… en ese momento, el extraño ser le agarró el brazo y se despertó”; ¿Qué significará este sueño? - se preguntaba Angelito de manera temerosa. 

   Mientras Angelito desayunaba, recordó que en una ocasión vio un documental de extraterrestres por televisión y que tal vez como decían los eruditos del tema de Ovnis (Objetos voladores no identificados), estos seres del espacio exterior pudieran haber estado contactándose con él.

   Luego Angelito tenía su catequesis en la parroquia dentro de media hora, así que se apresuró para alistarse y se embarcó en el primer micro que pasaba por la calle. Durante el trayecto se deleitaba como el viento que entraba por la ventana, acariciaba su cara y él cerraba los ojos tratando de contactarse con el extraterrestre del sueño, pero escuchó que el cobrador del micro preguntaba si alguien bajaba en el paradero de la parroquia y Angelito gritó: ¡Baja por favor!, el micro se detuvo frenando precipitadamente y el niño Angelito bajó deprisa justo cerca a la puerta principal de la parroquia. 

   Unos compañeros de la catequesis que pasaban por ahí comentaban que en la madrugada vieron unas luces en el cielo y parecían ser los famosos Ovnis, Angelito al escuchar ese comentario se le hizo un nudo en la garganta y un escalofrío de temor por todo el cuerpo tan fuerte que dijo:
– Chispas y rayos, puede ser cierto, ¿me habrán visitado aquella noche mediante sueños?, ¡qué miedo!
Y Angelito entró a la parroquia y se sentó en las bancas delanteras medio dubitativo. El catequista Osvaldo al verlo le dijo:
–Angelito, ¿te sientes bien?
–Sí, don Osvaldo, son solo pensamientos que me vienen a la mente relacionado a un sueño que tuve.
–Ok, Angelito, espero que haya tenido un sueño bonito, pero justo hablaremos hoy día algo relacionado a los pensamientos, estad atento…

   Y una vez que todos los niños estuvieran sentados en las bancas comenzó hablar el catequista acerca del noveno mandamiento: “No consentirás pensamientos ni deseos impuros”. Angelito escuchaba atentamente lo que decía el catequista pero le llamó la atención una parte de la catequesis:
“Niños estad atentos de sus pensamientos, muchos pensamientos nos inquietan, nos apartan de Dios. Estad vigilantes de todo lo que entra en su mente y su corazón. Si estos pensamientos te apartan de Dios es que algo anda mal. Si tienen dudas lean la Biblia, es el mejor medio de comunicación que Dios nos ha dejado entre Él y nosotros”.

   Y terminada la catequesis Angelito se fue a su casa pensando en la catequesis y se decía:
–Vaya, vaya, de repente son pensamientos que tal vez en mi sueño he fabricado, tal vez el documental que vi anoche me haya impactado. Pero ya sé, buscaré en el Internet sobre extraterrestres.

   Llegando a su casa, saludó con un beso a su Mamá Juanita y se dirigió rápidamente a su habitación. Su Madre le dijo: –Angelito, ¡no te olvides de limpiar tu habitación y no estés jugando!, Pero Angelito que tenía tantas dudas en su mente, entró a su ordenador buscando información de extraterrestres. Entró a varios buscadores y salió como resultado varios temas relacionados a ello como: Raza superior que puede ayudar a solucionar nuestros problemas, personas que reportan haber sido raptadas, organizaciones de contacto extraterrestre y varias novelas de ciencia ficción entre otros.

   Angelito estaba tan abrumado de la cantidad de información pero ninguna le satisfacía y de tanto leer se quedo dormido. Angelito comenzó a soñar: 
“Se encontraba en el campo, en las afueras de la ciudad, el mismo platillo volador aterrizó donde se encontraba, era el mismo extraterrestre, esta vez comenzó hablar de modo entendible y le dijo: Angelito, pronto te llevaremos a nuestro planeta, allí existe la felicidad perfecta, nada de sufrimientos…, de repente un trueno fuerte lo despertó”.

–¡Angelito!, te he dicho que limpies y arregles tu habitación – Era la mamá de angelito que al verlo dormido renegaba pero al verlo asustado por su reacción le dijo de manera más cariñosa:
–Hijito, debes ser más responsable, bueno ahora baja al comedor ya está listo el almuerzo, pero después arreglas tu habitación.

   Angelito estaba más preocupado por el mensaje del extraterrestre, y bajo almorzar rápido. Durante el almuerzo miraba a su madre como lo atendía sirviéndole la comida, luego lavaba los platos y después los secaba cantando muy alegremente. Y Angelito le preguntó a su mamá:
–Mamita, ¿tú eres feliz? – su mamá se quedó muy sorprendida por la pregunta muy inesperada de su hijo.
–Angelito, te ha sucedido algo. ¿Porque la pregunta?
–Mamá, si un extraterrestre te propusiera vivir en otro mundo donde exista la felicidad, ¿viajarías?
–Jajaja, Ay Angelito, ¡que ocurrencias!– Dijo su mamá; pero dejó de reírse porque vio que su hijo le preguntaba seriamente y le acarició la mejilla añadiendo lo siguiente de manera amorosa:
–No, mi Angelito, no iría a ningún lado porque tú estás aquí conmigo.
Angelito se quedó muy sorprendido por la respuesta de su mamá porque sintió que le respondió desde el corazón. Luego subio las escaleras de su casa muy meditativo y se puso a limpiar su habitación. Pasadas unas horas tenía siempre en su mente la interrogante de los extraterrestres, esto inquietaba su corazón por la búsqueda de la verdad y se acordó de su catequista que cualquier duda que tuviera consultara la Biblia. 

   Se acordó que en su ordenador tenía la Biblia Electrónica y comenzó a investigar escribiendo la palabra: “Extraterrestre”, demoró unos segundos la búsqueda y salió el mensaje “No se encontró el elemento buscado”. –¡Pero que tonto que soy! –decía Angelito– de repente en esa época no se les llamaban extraterrestres… ¿Cómo le dirían en ese tiempo algo que tiene vida pero que no es de este mundo?, luego tuvo una idea y escribió: “Ser Viviente”, en eso salió de la búsqueda la palabra “Seres vivientes”, Apocalipsis 5:8 “Los cuatro seres vivientes…se postraron delante del Cordero”. 

–Qué extraño que solo sean cuatro seres vivientes, si deben existir millones de extraterrestres. Pero leyendo en la parte inicial del capítulo del Apocalipsis dice: “Juan el apóstol fue arrebatado en espíritu… y se le concedió ver y experimentar una serie de visiones”. 

Angelito de manera reflexiva pensaba en voz alta:
–Entonces esto se refiere mas al mundo espiritual que al material, creo como dice mi catequista no debemos confundir el mundo de lo invisible donde opera Dios y los ángeles, con el mundo material donde esta todo lo visible y creado por Dios. 
Angelito abrió su ventana y miró el cielo, y seguía pensando en voz alta:
–Además si los extraterrestres existieran, serían creaturas creadas por Dios para el bien del Universo y si no, sería un universo creado solo para nosotros. ¡Rayos que egoísta que soy!, en solo pensar un universo para nosotros, pero reflexionando profundamente, también sería una muestra de amor infinito de Dios hacia toda la humanidad.

   Estas reflexiones tenían a Angelito en incertidumbre. Y tomando en sus manos la nave espacial que tenía entre sus juguetes continuaba añadiendo:
–Pero como no hay pruebas de ello y todas son suposiciones, entonces mi sueño también es una suposición o de verdad será que alguien quiere contactarse conmigo… ¡Que dolor de cabeza, estoy confundido!

   Y tirando su juguete cayó en el teclado del ordenador. Angelito preocupado si se había roto fue a verificar que todo estaba bien y vio en su monitor que salió un mensaje en su pantalla:
Mt 12, 33: “Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto”, Al terminar de leer el mensaje le impactó mucho y meditando se preguntaba:
–¿Qué fruto me ha generado este sueño?, ¿Qué provecho para mi vida ofrece este interés y esperanza de encontrar vida en otros planetas?
La mamá de Angelito que pasaba cerca de su habitación, escuchó estas interrogantes y entró diciendo:
–Angelito, ¿con quién estás hablando?

   Y Angelito le contó todo a su mamá del sueño que tuvo, lo que estuvo averiguando en internet y los versículos de la Biblia que leyó. Su mamá escuchó detalladamente y se admiró de la capacidad reflexiva de su hijo y le dijo:
–Hijo mío, haz reflexionado muy bien y agregaría unas interrogantes adicionales– Y Angelito ansiosamente decía: –¿Cuál mamá? ¿Cuál es?– Y su madre respondió:
–¿Este sueño te ha generado un acercamiento a Dios?, ¿Has hecho tus tareas del colegio?, ¿En qué has ocupado tu mente todo el día?

Angelito comenzó a comprender lo que le decía su Madre y le dijo:
–Mamá que maravillosa eres, es verdad que he estado pensando mucho en este sueño y me he apartado de mis deberes, me llamaste la atención por haber demorado en limpiar mi habitación y no he hecho aún mis tareas, ahora me concentraré para cumplirlas, pero mami ¿Habrá vida en otros planetas?

– Hijo mío, la verdad no lo sé, solo Dios sabe. Pero de algo estoy segura, que en todo el universo no creo que exista una mamá marciana que te quiera como yo.
Y Angelito abrazando fuerte la cintura de su mamá y mirándola con sus ojos tiernos, le dijo:
–Mamá, sabes una cosa; la próxima vez que tenga de nuevo este sueño y si el extraterrestre me dice para llevarme a otro planeta; yo le responderé: no quiero viajar!, porque las mamás marcianas son feas y Dios me dio la mamá Juanita más bonita del mundo – diciendo esto, la mamá de Angelito le dio un fuerte beso y éste se puso muy contento haciendo sus tareas y soñando en hacer de la Tierra un mundo mejor para todos.
*** FIN ***

lapm (14/04/2013 - 19/04/2013)

Elaborado el viernes, 19 de abril de 2013

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