sábado, 13 de septiembre de 2014

El Conejo, la Tortuga y el Río



   Había un conejo que se llamaba Roko y una tortuga llamada Riki, ambos vivían en un bosque lejano donde atraviesa un río tranquilo de aguas cristalinas, que desde tiempos inmemoriales muchas criaturas del bosque lo llaman Bendiciux, porque es una bendición para el bosque como fuente de vida.

   Un día Roko buscaba zanahorias cerca de los campos del cultivo que estaba cerca del bosque y decía:
– ¡qué ricas zanahorias he encontrado y que deliciosas!…las voy a comer …Tri tri tri…
Mientras el conejo comía vio un extraño libro entre los arbustos que están al borde de la chacra de cultivo cercano al bosque.
– ¿Qué es este libro?–  se preguntó el conejo.

   El conejo era muy estudioso y curioso de las cosas que pasaba en su entorno y comenzó a leer el libro.

– Es un libro de la historia del bosque. ¡No puede ser!– Dijo el conejo.
   Y lo que pasaba era que Roko leía la historia donde la Tortuga más lenta del bosque ganó al Conejo más rápido, no podía creerlo era casi imposible de admitir, y siguió leyendo que en aquel tiempo se escribieron muchos libros en todo el mundo acerca de esa gran hazaña.
Y el conejo Roko se preguntaba: 
– ¿Cómo es posible esto?, es algo vergonzoso, ¿Cómo puedo reivindicar el honor de los conejos?. 

Y el conejo se fue a buscar a la Tortuga Riki.

   La Tortuga Riki le gustaba estar a la sombra de los árboles y en sitios con mucho silencio que le permitieran meditar y pensar los cambios que venían sucediendo en el bosque, ya tenía veinte años de vida y le gustaba recordar en su mente como era el bosque hace diez o cinco años, y observaba las diferencias; miró aquel roble cerca de la ribera del río y la tortuga dijo:

– ¡Oh Bendiciux eres tan maravilloso!, como has hecho crecer este roble tan alto y todas estas plantas con flores de diferentes colores. 
Riki se deleitaba contemplando estos paisajes tan misteriosos para él, en ese momento el conejo Roko llegó y le dijo:

– Riki!, te reto a una carrera para demostrarte que los conejos somos más rápidos y mejores que las tortugas.
Riki no entendía porque el conejo le decía eso y le contestó:
– Mi buen Roko no entiendo porque me propones esa carrera. Más bien siéntate para que charlemos porque no te he visto desde el último verano. 

Y Roko respondió:
– No tengo tiempo!, pero quiero que me digas si aceptas la carrera o es que tienes miedo de que alguien más listo e inteligente que toda tu especie tonta y lenta pueda ganarte!

La Tortuga Riki se incomodó por este comentario y le dijo:
– Está bien, cálmate… acepto la carrera pero no ofendas a mi especie que yo no he ofendido a la tuya.
– Si la haz ofendido – dijo el conejo– , con esas historias que salen en los libros del bosque, me voy a organizar la carrera para mañana temprano, en la entrada del bosque y prepárate! porque no voy a ser compasivo.

Y el conejo Roko se fue velozmente.

   Riki estaba atónito, no entendía porque Roko se comportaba de esa manera, y Bendiciux que siempre escucha todo y sabe lo que pasa en el bosque, decidió hablarle:
– Riki, Riiiikiii!!!

La tortuga Riki, se asustó.
– ¿Quién es? –Respondió la tortuga.
–  No temas, soy Bendiciux, el río que por siglos ha estado alimentando al bosque, he escuchado la conversación que has tenido con el conejo Roko, y no me gusta su actitud.

–  Es verdad no entiendo a Roko –dijo la tortuga.

Y Bendiciux le respondió:
–  Hace decenas de años, hubo una carrera en el bosque en que el conejo de aquel tiempo perdió por holgazán, al quedarse dormido, simplemente por el hecho de fanfarronear de ser el más veloz del bosque. Mientras la tortuga lenta, fue perseverante en seguir adelante y llegar a la meta final; y cuando el conejo se despertó, ya no pudo alcanzarla.

–  Que interesante – dijo la tortuga– , pero veo difícil ganar esta carrera, porque Roko no es holgazán , es muy hábil y competitivo; lamentablemente perderé. 
Bendiciux respondió:
– Participa mi buen Riki, que yo veré como te ayudo.

   Al día siguiente todo el bosque se enteró de la carrera, las tortugas se apresuraban en su marcha para apoyar a su compañero Riki y lo mismo hacían los conejos para apoyar a Roko y reivindicar su honor; las otras criaturas del bosque tomaban parte por cualquiera de los dos, aunque más simpatizaban con Roko por ser el ganador con mayor probabilidad.

   Roko había definido el camino de la carrera que empezaba en la entrada del bosque, cerca de las chacras de cultivo y terminaba en las montañas altas y la ruta era cercana por donde el río pasaba pero en dirección contraria al río, la distancia era aproximadamente diez kilómetros.

   La Tortuga Riki se preocupó porque pensaba que la carrera empezaría desde las montañas, lo cual le hubiera favorecido en utilizar la corriente cuesta abajo y además que en el agua hubiera nadado más rápido, mientras Roko corría por el camino paralelo. 
Entonces Riki se dijo así mismo: 
–  Tendré que correr por el camino que ha fijado Roko y mi paso será muy lento; confiaré en el buen Bendiciux.

   Roko vio preocupado a Riki y pensaba que la victoria estaría asegurada; Roko sabía que Riki le hubiera favorecido la dirección contraria de la carrera, es decir en la dirección de la corriente del río.

– Riki te daré cierta ventaja –  dijo Roko–  tu empezarás la carrera como es tradicional y yo partiré cuando aparezca reflejado los primeros rayos de sol en la punta del roble alto.

   Entonces Riki sin pensarlo demasiado comenzó a correr, los conejos y las criaturas que apoyaban al conejo se reían por el paso lento de la tortuga, mientras las tortugas le daban aliento a su amigo: ¡Vamos Riki, tu puedes!

   Riki calculaba que Roko empezaría a correr dentro unos diez minutos, la pobre tortuga se daba cuenta que esa ventaja no la ayudaría mucho, estaba todo perdido se decía. Entonces paso aproximadamente los diez minutos y los rayos de sol se posaron en la punta del roble alto y el conejo Roko empezó a correr pero en menos de cinco minutos el conejo alcanzó a la tortuga y la pasó. 

La tortuga no se desanimaba y se decía así misma:
– Debo seguir, debo seguir, no pararé, Bendiciux me ayudará…

   Pasaron treinta minutos y era evidente que el conejo ganaría, estaba por tres quintos del camino, mientras la pobre tortuga recién estaba por un quinto de la ruta. 

   Mientras Bendiciux pensaba como ayudar a la tortuga, se acordó que existe en la ruta un puente colgante que el conejo tiene que cruzar para llegar a la meta y comenzó acumular suficiente agua en las alturas de la montaña del bosque y soltó con fuerza toda el agua que tenía. El río se volvió tan caudaloso que comenzó a bajar por la ribera con un estruendoso sonido.

   Roko justo pasaba por el puente colgante, ya le faltaba poco para llegar a la meta, pero el río con la fuerza que bajaba pasó por encima del puente y el conejo no pudo sostenerse siendo arrastrado por el río.
– Auxilio, auxilio ... me ahogo! – gritaba el conejo.

   Ninguna de las criaturas del bosque se atrevía ayudarlo, el río estaba tan caudaloso y violento que tenían miedo. Mientras Bendiciux no podía controlar su poder caudaloso que se había originado, tampoco quería matar al conejo, no era su intención solo quería darle una lección, por más intento que hacía Bendiciux para salvarlo sentía que perdía a Roko, su misma fuerza revolcaba al pobre conejo que apenas podía respirar, mientras Bendiciux decía:
– ¡Que he hecho, no puedo controlar mi poder!, ahora me llamarán Maldiciux; ¡Madre, madre … ayúdame! Y es que Bendiciux gritaba a la madre naturaleza para que le ayude a controlar su poder.

   Mientras Roko que a duras penas nadaba, cuando el caudal del río lo levantaba, aprovechaba para respirar, pero se decía así mismo:
– Ya no puedo, mi soberbia me ha llevado a esto, y es que Bendiciux me está castigando por mi actitud que he tenido con mi gran amigo Riki, merecido lo tengo!

   Mientras Riki seguía caminando por la ruta, no se había percatado de todo lo que estaba pasando. Y al observar todo el caudal del río que bajaba, miró a Roko que se ahogaba y se lanzó al río, las otras tortugas al ver lo que hizo Riki también se lanzaron, pero a Riki se lo ocurrió una idea y les dijo a sus compañeras:
– ¡Naden con fuerza en sentido contrario a la corriente alrededor mío en tres anillos!

   Y así hicieron sus compañeros, mientras Riki estaba en medio del círculo de las tortugas, llegó la corriente y golpeó los tres anillos de tortugas y les dijo a sus compañeras con el lenguaje extraño que era comprendido por ellas:
– No se rindan, sigan nadando con fuerza, en círculo y en sentido contrario.

   Una fuerza misteriosa de madre naturaleza hacia que las tortugas nadaran de manera veloz que hacía que el caudal del río disminuyera. En eso Roko pasó por el círculo de las Tortugas y Riki lo sostuvo con fuerza y le dijo:
– ¡Roko, agárrate con fuerza de mi caparazón!.

   Y Roko se agarró y flotaba encima del caparazón mientras Riki nadaba con todas sus fuerzas hacia la ribera y logró poner a salvo a Roko que estaba exhausto y se quedó dormido en la ribera al lado del roble alto; luego regresó Riki ayudar a sus compañeras y les dijo:
– Agarren las patitas de sus compañeras que están adelante suyo.

   Y comenzó a jalar a sus compañeras del primer anillo pero le era muy difícil hacerlo ya que Riki estaba muy agotado, pero para buena ventura de Riki en ese momento Bendiciux sintió que recuperó el control de su poder y dijo: 
– Aguas del bosque vuelvan a ser cristalinas y ayuden a las tortugas.

   Una ola mediana del río impulso a las demás tortugas a la ribera donde estaba Riki y todas estaban a salvo. Luego el caudal del río Bendiciux había vuelto a la normalidad y se formó una especie de borbotón de agua que salía del río, era Bendiciux que tomaba la forma de un rostro apacible y dijo:
– Criaturas del bosque perdónenme por poner en peligro la tranquilidad del bosque, esto nunca volverá a pasar. Y mirando a la tortuga Riki le dijo:
– Me has conmovido mi estimada Riki al salvar a Roko, demostraste tu valentía y desprendimiento arriesgando tu vida.
Luego miró a las demás tortugas:
– Tortugas del bosque demostraron solidaridad al apoyar a su amigo y también arriesgaron sus vidas, ayudaron a disminuir mi caudal en el momento que más necesitaba, siempre recordaré este gesto por todas las generaciones que pasarán por este bosque y tendrán mi eterna amistad.

   Las tortugas quedaron muy impresionadas con lo dicho por Bendiciux, luego llegaron los conejos y le gritaban a Roko:
– Roko,  ¿estás bien? ¡Despierta!

El conejo Roko despertó por los gritos y les dijo:
– Estoy bien amigos gracias a Riki, sin él no hubiera sobrevivido.
Y Roko mirando Riki le dijo:
– Perdóname amigo, fui un tonto en menospreciarte, en buscar una venganza del pasado que hoy no tiene lugar, tú mereces ganar esta carrera.

   Y Roko haciéndole una venia a Riki, le señalo la meta para que vaya caminando hasta allí.
Riki sonrió y tomándole de la patita le dijo:
– Juntos llegaremos, para que quede escrito en la historia del bosque: Conejo y Tortuga llegaron a la meta y empataron en amistad.

   Las criaturas del bosque muy emocionadas aplaudieron y caminaban detrás de Roko y Riki hacia la meta final, mientras Bendiciux reflejaba los rayos del sol con sus aguas cristalinas por todo el bosque haciéndolo más bello y mágico en el momento más importante de la historia del bosque.
***FIN***
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lpm 10/10/2012

Elaborado el viernes, 14 de septiembre de 2012